Soy un enamorado del I Ching y ha sido mi verdadero “Coach” durante muchos años.
La verdad es que sólo ahora último me doy cuenta de que consultar el I Ching, más allá de la curiosa similitud de los nombres, es Coaching en el más puro sentido del concepto.
Quien consulta va interpretando en su interior el mensaje  del texto de acuerdo a lo que preguntó.

El I Ching te prepara para el cambio.Este proceso se conoce como Sincronicidad, la vida va cambiando constantemente en una especie de orden preestablecido que podemos conocer y prepararnos.  Esto se entiende porque cuando lo consultamos se establece un momento único en que preguntamos algo, tiramos las monedas y surge un hexagrama o símbolo, el cual a través de un hermoso texto nos entrega diferentes escenarios para los cambios que vendrán

El I Ching es el pedestal de todo el pensamiento chino y una de las más fascinantes máquinas de conexiones que el espíritu humano haya podido producir.

No es un libro para ver la suerte, muy lejos de eso, es la persona la que va desentrañando desde el fondo del alma las respuestas que busca. El I Ching siempre te entrega una posibilidad, es un libro positivo que toca el alma o te ayuda a que tú la toques.

Este maravilloso libro reúne lo más elevado del pensamiento Chino en 3 mil años, esto no es menor considerando que los Chinos han desarrollado su cultura privilegiando lo espiritual.

Cuando consultamos el I Ching, al igual que el Coaching, se delimita un espacio que se considera sagrado, es una verdadera ceremonia, con un centramiento previo a la consulta. La mano encierran  las tres monedas depositando su energía en ellas y luego, cuando quien consulta lo decide, las arroja una vez y luego sigue hasta arrojarlas 6 veces.

Cada vez que lanzamos una moneda surge una línea entera o dividida. Las seis líneas forman uno de los 64 hexagramas. Si al arrojar las monedas las tres caen para el mismo lado (cara o sello) esa línea muta a su contrario, formando otro símbolo. Ambos configuran el mensaje.

Recientemente tuvimos (mi mujer y yo) una experiencia sorprendente con el libro. Ella me pidió que le viera el I Ching preocupada por su relación con una de nuestras hijas, con quien la comunicación se hacía cada vez más lejana y agresiva (17 años).

El resultado fue el Hexagrama 38. “El Antagonismo”. La verdad es que el puro  título la dejó impactada. Lo leímos profundamente y aparecieron las posibilidades, aquellas que no se veían, que estaban atrapadas por la ceguera de la situación. Y el sabio mensaje tocó en su espíritu y la rabia se aquieto, el entusiasmo floreció y el futuro cambió ¿Aprendizaje transformacional?.

Si a alguno de ustedes le interesa asomarse al I Ching, les recomiendo la versión de Richard Wilhem, quien lo tradujo al alemán durante largos años viviendo en China. Sucede que el único idioma occidental que se asemeja al chino es el alemán. Las palabras alemanas reúnen un sinnúmero de connotaciones y conceptos tal cual es característico en los símbolos chinos. Esto facilitó en gran medida poder traer a la mentalidad occidental una filosofía tan bella y pura como la China.

La traducción al español es de otro connotado pensador de apellido Vogelmann(argentino) de origen alemán.

En su inicio hay unas bellas palabras del poeta  Jorge Luis Borges
que el titula: “Para una versión de I Ching”
:

El porvenir es tan irrevocable
como el rígido ayer. No hay una cosa
que no sea una letra silenciosa
de la eterna escritura indescifrable
cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
de su casa ya ha vuelto. Nuestra vida
es la senda futura y recorrida.
El rigor ha tejido la madeja.
No te arredres. La ergástula es oscura,
la firme trama es de incesante hierro,
pero en algún recodo de tu encierro
puede haber una luz, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha.
Pero en las grietas está Dios, que acecha.

 

Por último les regalo un pensamiento de Confucio que siempre me acompaña:

“Quien nunca descansa,
quien con el corazón y la sangre
busca lo imposible,
ese triunfa”

 

I CHING y COACHING
Jorge Olalla
Publicado un 28/05/2008