Hace unos 20 años atrás asistí a uno de los Talleres diseñados por Fernando Flores en la ciudad de Los Angeles, U.S.A., llamado «Comunicación para la Acción» (Communication for the Action Workshop). El relator era Julio Olalla, quien durante 2 días nos removió … y nos revolcó mientras nos sumergía en la Ontología del Lenguaje.
De aquella tremenda experiencia nunca he olvidado una de las tantas historias que escuchamos en ese Taller y que por una casualidad la encontré en un cuaderno de apuntes que usé aquella vez y que apareció en una caja mientras me cambiaba de oficina.
La Historia de Todos, Alguien, Cualquiera y Nadie
Había que hacer un trabajo importante y TODOS
estaban seguros que ALGUIEN lo iba a hacer.
Cada uno pensó que CUALQUIERA lo podía hacer, ALGUIEN se enojó por esto, por que era el trabajo de TODOS pero NADIE se enteró de que TODOS no lo iban a hacer.
CUALQUIERA lo podría haber hecho, pero NADIE lo hizo.
TODOS culparon a ALGUIEN, cuando NADIE hizo lo que CUALQUIERA podría haber hecho.